dissabte, 15 de juny del 2013

2ndo Cuento


SUEÑOS Y SENSACIONES SON LO MISMO.


Esto me pasó en una de las muchas noches de insomnio. Hacía poco que me había dormido, tuve un sueño muy estaño. Me desperté llorando, no sé porque, tenía miedo y no recordaba el sueño.

Al poco tiempo de despertarme fui a lavarme la cara, volví a la cama me acosté pero no conseguí conciliar el sueño, como siempre va bien leer un poco para a conseguir entrar en sueño empecé a leer una novela, estaba tan intrigada que ni siquiera me entró un poco de sueño. Pasaron las horas y ya eran las siete de la mañana, mi padre se despertó y yo para poder descansar un poco y que no me regañara cerré el libro, lo dejé en su sitio y me acosté. No conseguí dormirme pero si descansar un poco. A las siete y media me puse en pie, desayuné y puse rumbo al instituto.

Para llegar al instituto tenía que utilizar el autocar y allí fue cuando pude dormir un poco. Tuve un sueño extraño y tuve la sensación de ya haberlo soñado. Estaba yo paseando por un bosque extraño, oscuro, estaba yo sola sin nadie que me acompañara. Estuve caminando durante mucho tiempo, después de estar mucho rato caminando pude divisar una luz al final del pasillo, justo cuando estaba llegando al final de la luz, me desperté me puse la mochila y baje del autocar para entrar en el instituto.

Pasó el día y cuando me fui a la cama no pude dormir. Tuve la sensación de que alguien me observaba y encendí la luz. De repente mi perra se tiró encima mio como si no me conociera. Me di cuenta de que era ella la que me observaba y la eche fuera de mi habitación. Cuando cerré la puerta una ráfaga de viento frío hizo que se me pusieran los pelos de punta, antes de cerrar la puerta la ventana estaba cerrada y, cuando me giré para ver que era aquello que hizo que se provocara aquella ráfaga la ventana estaba abierta, la cerré. Me asusté y para que se me pasara el susto decidí ponerme los cascos para escuchar un poco de música.

A la noche siguiente pasó lo mismo que pasó la noche anterior, pero la perra estaba fuera, la puerta cerrada y volví a sentir que alguien me observaba, encendí la luz y no había nadie. Me sentía como una niña pequeña asustada por nada.

Eso me pasó varias noches durante la misma semana, no sabía porque ni por cuanto tiempo duraría esa sensación. Pero aún sigo preguntándome por que me pasaba eso, pero como no le encuentro respuesta he llegado a creer que era un sueño.

divendres, 14 de juny del 2013

1r Cuento



LA VIDA SE MUESTRA DE MUCHAS MANERAS
SOLO TIENES QUE SABER VERLAS.

Había una vez una niña, llamada Eyan que desde que nació a sido bienvenida a todos los lugares a los que iba, cuando ella tenia 3 años i poco más nació su hermanito al que ella llamó Martín.

A los pocos meses de que naciera su hermano, se separaron sus padres. Eyan y Martín, junto a su madre fueron a vivir muy lejos de donde vivían. Estuvieron mucho tiempo sin ver a su padre, y cuando por fin le pudieron ver, solo lo veían cuatro horas en un parque.

Cuando Eyan iba a ver al padre, le tiraba piedras, le insultaba y no se acercaba a él. Todos esos comportamientos se debían a que antes de que Eyan y Martín viesen a su padre María, su madre le decía a Eyan que su padre era malo y otras cosas por el estilo. Cuando pasó el tiempo Eyan se dio cuenta de que su padre no era tan malo como su madre lo presentaba. Así que se acercó más a su padre y por fin pudieron tener una relación padre-hija como la de los demás. Cada vez que se acababan las visitas de su padre Eyan llegaba llorando a su casa.

Por mala suerte la madre de Eyan enfermó y a Eyan le tocó cuidar de su hermano y de su madre. Cada día Eyan tenía que despertar a su hermano y a su madre; tenía que hacer el desayuno, ir al colegio con su hermano y cuando llegaba al medio día con su hermano tenia que hacer la comida, fregar los platos y volver al colegio; por la tarde hacía la merienda, ayudaba a su hermano a hacer los deberes y después hacer los suyos. Después bañaba a su hermano y luego hacia la cena, le daba la cena a su hermano y lo acostaba. Cuando su hermano dormía, Eyan tenía que ocuparse de su madre: hacerle la cena, bañarla....

Cuando ya había hecho todo lo que tenía que hacer, Eyan se bañaba y cenaba. Todos los dias entre semana eran así menos los sábados y domingos que tenia que limpiar la casa aparte de todo lo demás.

Cuando Eyan se dio cuenta de que quería pasar más tiempo con su padre, habló con su madre para que dejara que ella y su hermano pudieran ir a pasar un fin de semana cada quince días con su padre.

Así pasaron años hasta que María conoció a un hombre, se hicieron socios y montaron un local. Al principio todo iba bien pero como María tenía que invertir en el local dejó de pagar la casa, y al no poder pagar la casa les cortaron la luz y el agua. En el local que montaron se podía vivir ya que había cocina y aseos, pero no se podían duchar. Cada vez que se iban a ver a su padre se duchaban y aseaban.

La enfermedad de María aumentaba pero ella no se daba cuenta solo se daba cuenta Eyan que para entonces ya tenía 5 años. Eyan que para su edad era muy lista y lo sigue siendo se dio cuenta de que el socio de su madre le robaba dinero, pero como ella era muy pequeña aún, no podía hacer nada más que hablar con su madre y contarse-lo.

Su madre no le creyó así que Eyan se lo contó a uno de sus tíos, que era un poco problemático. Su tío si que le creyó pero tampoco pudo hacer nada y si lo hizo Eyan no se enteró, pero estaba completamente convencida de que si que hizo algo.

Siguieron pasando los años hasta que Eyan cumplió los 9 y las cosas empeoraron mucho porque su abuela murió de un terrible cáncer. La enfermedad de María aumentó y mucho lo que hizo que no se ocupara en ningún momento ni de su hija ni de su hijo. La madre de Eyan se comportaba muy mal con ella. No le dejaba comer,ni acercarse a su hermano, le pegaba.... Las compañeras de colegio de Eyan se dieron cuenta y le llevaban comida para ella y para su hermano.

Un día el director del colegio de Eyan llamó a su padre y le contó el caso y el padre de Eyan fue al colegio. Eyan no sabía que su padre vendría así que se sorprendió. A la hora de comer, su padre se llevo a sus hijos a un restaurante para que pudieran comer algo caliente y cuando ya habían comido y se dirigían a la escuela, se encontraron con su madre que pasó de largo y les fue a esperar a la puerta del colegio. Cuando el padre llegó con sus hijos María empezó a gritarle a Eyan y como es de suponer el padre la defendió.

Eyan estaba muy asustada porque temía a su madre y le pidió a su padre que cuando saliera del colegio le fuera a buscar. El padre así lo hizo y cuando llegó Eyan a casa se encontró a su madre en la puerta, María prohibió que Eyan se acercara a su hermano y Eyan se negó, entonces fue cuando María intento pegar a su hija y ella corrió por toda la casa para que su madre no le pegara (siempre de la mano de su hermano).

Consiguió despistar a su madre y salió de casa. Fuera le esperaba su padre y su padre les llevó a comisaría para que dejaran que sus hijos se fueran con él hasta que se celebrara un juicio y asñi fue como paso.

Estuvieron viviendo con su padre, sin ver a su madre, a Eyan ya no le correspondía hacer de madre de Martín y tenían y siguen teniendo todo lo que necesitan unos niños,aún que ahora ya sean más grandes lo siguen necesitando.


Lo bueno de todo esto es que Eyan cuando tenga hijos no ara lo mismo que su madre y que a aprendido a valorar mucho lo que tiene y a no creer en lo que le dicen los demás, ahora solo cree en lo que los ojos le muestran.


Espero que os haya gustado es el primero pero escribiré más :D