LA VIDA SE MUESTRA DE MUCHAS MANERAS
SOLO TIENES QUE SABER VERLAS.
Había una vez una
niña, llamada Eyan que desde que nació a sido bienvenida a todos
los lugares a los que iba, cuando ella tenia 3 años i poco más
nació su hermanito al que ella llamó Martín.
A los pocos meses
de que naciera su hermano, se separaron sus padres. Eyan y Martín,
junto a su madre fueron a vivir muy lejos de donde vivían.
Estuvieron mucho tiempo sin ver a su padre, y cuando por fin le
pudieron ver, solo lo veían cuatro horas en un parque.
Cuando Eyan iba a
ver al padre, le tiraba piedras, le insultaba y no se acercaba a él.
Todos esos comportamientos se debían a que antes de que Eyan y
Martín viesen a su padre María, su madre le decía a Eyan que su
padre era malo y otras cosas por el estilo. Cuando pasó el tiempo
Eyan se dio cuenta de que su padre no era tan malo como su madre lo
presentaba. Así que se acercó más a su padre y por fin pudieron
tener una relación padre-hija como la de los demás. Cada vez que se
acababan las visitas de su padre Eyan llegaba llorando a su casa.
Por mala suerte la
madre de Eyan enfermó y a Eyan le tocó cuidar de su hermano y de su
madre. Cada día Eyan tenía que despertar a su hermano y a su madre;
tenía que hacer el desayuno, ir al colegio con su hermano y cuando
llegaba al medio día con su hermano tenia que hacer la comida,
fregar los platos y volver al colegio; por la tarde hacía la
merienda, ayudaba a su hermano a hacer los deberes y después hacer
los suyos. Después bañaba a su hermano y luego hacia la cena, le
daba la cena a su hermano y lo acostaba. Cuando su hermano dormía,
Eyan tenía que ocuparse de su madre: hacerle la cena, bañarla....
Cuando ya había
hecho todo lo que tenía que hacer, Eyan se bañaba y cenaba. Todos
los dias entre semana eran así menos los sábados y domingos que
tenia que limpiar la casa aparte de todo lo demás.
Cuando Eyan se dio
cuenta de que quería pasar más tiempo con su padre, habló con su
madre para que dejara que ella y su hermano pudieran ir a pasar un
fin de semana cada quince días con su padre.
Así pasaron años
hasta que María conoció a un hombre, se hicieron socios y montaron
un local. Al principio todo iba bien pero como María tenía que
invertir en el local dejó de pagar la casa, y al no poder pagar la
casa les cortaron la luz y el agua. En el local que montaron se podía
vivir ya que había cocina y aseos, pero no se podían duchar. Cada
vez que se iban a ver a su padre se duchaban y aseaban.
La enfermedad de
María aumentaba pero ella no se daba cuenta solo se daba cuenta Eyan
que para entonces ya tenía 5 años. Eyan que para su edad era muy
lista y lo sigue siendo se dio cuenta de que el socio de su madre le
robaba dinero, pero como ella era muy pequeña aún, no podía hacer
nada más que hablar con su madre y contarse-lo.
Su madre no le
creyó así que Eyan se lo contó a uno de sus tíos, que era un poco
problemático. Su tío si que le creyó pero tampoco pudo hacer nada
y si lo hizo Eyan no se enteró, pero estaba completamente convencida
de que si que hizo algo.
Siguieron pasando
los años hasta que Eyan cumplió los 9 y las cosas empeoraron mucho
porque su abuela murió de un terrible cáncer. La enfermedad de
María aumentó y mucho lo que hizo que no se ocupara en ningún
momento ni de su hija ni de su hijo. La madre de Eyan se comportaba
muy mal con ella. No le dejaba comer,ni acercarse a su hermano, le
pegaba.... Las compañeras de colegio de Eyan se dieron cuenta y le
llevaban comida para ella y para su hermano.
Un día el
director del colegio de Eyan llamó a su padre y le contó el caso y
el padre de Eyan fue al colegio. Eyan no sabía que su padre vendría
así que se sorprendió. A la hora de comer, su padre se llevo a sus
hijos a un restaurante para que pudieran comer algo caliente y cuando
ya habían comido y se dirigían a la escuela, se encontraron con su
madre que pasó de largo y les fue a esperar a la puerta del colegio.
Cuando el padre llegó con sus hijos María empezó a gritarle a Eyan
y como es de suponer el padre la defendió.
Eyan estaba muy
asustada porque temía a su madre y le pidió a su padre que cuando
saliera del colegio le fuera a buscar. El padre así lo hizo y cuando
llegó Eyan a casa se encontró a su madre en la puerta, María
prohibió que Eyan se acercara a su hermano y Eyan se negó, entonces
fue cuando María intento pegar a su hija y ella corrió por toda la
casa para que su madre no le pegara (siempre de la mano de su
hermano).
Consiguió
despistar a su madre y salió de casa. Fuera le esperaba su padre y
su padre les llevó a comisaría para que dejaran que sus hijos se
fueran con él hasta que se celebrara un juicio y asñi fue como
paso.
Estuvieron
viviendo con su padre, sin ver a su madre, a Eyan ya no le
correspondía hacer de madre de Martín y tenían y siguen teniendo
todo lo que necesitan unos niños,aún que ahora ya sean más grandes
lo siguen necesitando.
Lo bueno
de todo esto es que Eyan cuando tenga hijos no ara lo mismo que su
madre y que a aprendido a valorar mucho lo que tiene y a no creer en
lo que le dicen los demás, ahora solo cree en lo que los ojos le
muestran.
Espero que os haya
gustado es el primero pero escribiré más :D